
En un ambiente de negocios cada vez más fluctuante y retador, las empresas de México y Centroamérica deben priorizar su habilidad para prever y reaccionar ante riesgos operativos, tecnológicos y de seguridad. De esta forma lo expone la investigación “Riesgos en México y Centroamérica 2025”.
“Administración estratégica y resiliencia frente a un ambiente global desafiante”, llevado a cabo por KPMG México, que destaca los factores de inquietud más relevantes para el sector empresarial en la región.
En el futuro, los ataques cibernéticos, el fraude, los hurtos, la vulnerabilidad física y las alteraciones geopolíticas dominarán el escenario de riesgos. A mediano y largo plazo, las empresas reconocen que el rezago en innovación y transformación digital podría convertirse en el principal obstáculo para la sostenibilidad y competitividad de sus operaciones.
“Las empresas son más conscientes de la necesidad de elevar su nivel de resiliencia frente a un panorama geopolítico, ambiental y social cada vez más retador”, señala Juan Carlos Resendiz, socio líder de Asesoría en Gobierno Corporativo, Riesgo y Cumplimiento de KPMG México.
Seguridad física y ciberseguridad, prioridades empresariales
En México, el 69 % de las empresas considera que la inseguridad y la falta de Estado de derecho representan un riesgo crítico. En Centroamérica, el 70 % de las organizaciones señala como preocupaciones principales los ciberataques, el fraude y el robo. Estos datos reflejan la necesidad urgente de fortalecer los sistemas de seguridad física, electrónica y digital, así como los esquemas de prevención de pérdidas y continuidad del negocio.
“El éxito de las medidas de prevención ante riesgos corporativos depende de la participación de todos los niveles de la organización”, destaca Federico García, socio de Asesoría en Gestión de Riesgos de KPMG Costa Rica.
En este contexto, los proveedores de soluciones de videovigilancia inteligente, analítica de video, control de accesos, ciberseguridad industrial, monitoreo remoto y automatización de procesos críticos cobran mayor relevancia. Estas tecnologías permiten a las organizaciones actuar con agilidad frente a incidentes y optimizar la respuesta ante eventos de seguridad o disrupciones operativas.
Tecnología: una oportunidad aún no concretada
A pesar de reconocer la importancia de la innovación tecnológica, muchas empresas aún no han logrado implementar herramientas clave para la gestión de riesgos. Según el estudio, el 39 % de las organizaciones en México y el 29 % en Centroamérica no utilizan actualmente habilitadores tecnológicos, aunque tienen planes de inversión en el corto plazo.
“Contar con información íntegra y oportuna es clave en la gestión de riesgos, por lo que aprovechar la tecnología de manera adecuada permitirá una respuesta oportuna ante situaciones que puedan afectar al negocio”, afirma José Carlos Ortiz, socio de KPMG México.
Gestión integral del riesgo: políticas, capacitación y continuidad
Como medidas de mitigación, las empresas mexicanas destacan la capacitación continua (51 %), la elaboración de planes de gestión de escenarios críticos (38 %) y el desarrollo de políticas internas más robustas (37 %). En Centroamérica, sobresale el fortalecimiento del plan de continuidad del negocio (39 %) y la formalización de marcos internos de actuación ante crisis.
Además, el estudio muestra que las empresas temen consecuencias concretas como pérdida de clientes (71 % en Centroamérica y 54 % en México), reconfiguración del modelo de negocio y suspensión de inversiones de capital, lo que refuerza la necesidad de adoptar soluciones tecnológicas que soporten tanto la seguridad operativa como la resiliencia estratégica.
El panorama descrito por KPMG es claro: las amenazas para la seguridad empresarial no solo persisten, sino que se diversifican y se vuelven más complejas. Esto exige que las organizaciones en México y Centroamérica adopten un enfoque integral de gestión de riesgos, incorporando tecnología avanzada, fortaleciendo su seguridad física y cibernética, y desarrollando capacidades internas para anticipar, mitigar y responder a incidentes.
En este escenario, la industria de la seguridad tiene un papel clave como aliada estratégica para el sector corporativo. La innovación en soluciones de protección, monitoreo y continuidad operativa será determinante para construir empresas más seguras, resilientes y preparadas para el futuro.
Fuente: Ventas de Seguridad